• Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
  •  976 29 87 87
  • Defendiendo la montaña, ¡NATURALMENTE!
    Defendiendo la montaña, ¡NATURALMENTE!

M.A.C. (Miembros Activos del Club) en Perú

Fermín Lizarraga, Luis San Miguel, Víctor García, Luis Chaverri, Irune Omeñaca, Victoria Pérez, Jesús Brau y Joaquín Muñoz. Estos somos los que este verano estuvimos en Perú. Es difícil resumir esos cuarenta días, pues de cada día os podríamos contar mil anécdotas.


Image

Lo más complicado de una excursión así, en un lugar desconocido para nosotros, es, quizá, el que te cueste desen volverte al principio: encontrar alojamiento en una ciudad como Lima a las cuatro de la madrugada, el que no te timen cada vez que coges un taxi, el encontrar un cocinero de confianza... Todo esto lo tuvimos facilísimo gracias a Fermín, que con el mes que llevaba allí, controlaba todo eso y más. La verdad es que pasaba ya muy desapercibido entre los lugareños.

El 24 de julio estábamos en Huaraz con nuestro primer objetivo sobre el mapa. Iríamos a la quebrada Ishinca donde inten taríamos aclimatar subiendo a unos picos no demasiado altos ni con mucha dificultad. Un primer contacto con las altas cumbres.

Los pasos que seguimos para la preparación de la excursión, serán los mismos que repetiremos en cada una de las ex cursiones siguientes: contratamos una furgoneta "colectivo" que nos aproxima desde Huaraz al pueblo más cercano del campo base donde queremos realizar la ascensión. Allí nuestro cocinero, Vicente Lluilla, nos proporcionaba unos burros y un arriero. Así pues, con la carga sobre los burros iniciamos la subida al campo base.

Image

En este caso, el campo base de la quebrada Ishinca estaba a 4.390 m. Unos dolorcillos de cabeza y al día siguiente nuestra primera ascensión el pico Urus (5.340 m). Tras un día de descanso, subimos al pico Ishinca (5.430 m). Estos picos no requerían de campo intermedio, madrugando un poco, los subimos desde el mismo campo base.

Como vimos que más o menos andábamos bien de fuerzas, emprendimos algo más serio, el pico Tollyaraju sería nuestro primer 6.000.

Cargados a tope montamos un campo de altura a 5.200 m. y por la mañana atacamos la cima. Aquí surgieron las primeras dificultades técnicas y donde empezamos a hacer uso de estacas, clavos, etc. Por fin llegamos a la cima, estábamos a 6.034 m.

Regresar al campo base era ya como estar en casa, Vicente nos cuidaba como un padre. Después, lo mismo que a la subida, cargar los burros, colectivo y a Huaraz.

Aquí no estábamos más que un día que lo dedicábamos a comprar en el mercado y a preparar la siguiente salida. Eso sí, las noches, para muchos, cundían..., no hay como aclimatar bebiendo cervezas y bailando la "Macarena" hasta las tantas y si no, que se lo digan a Jesús.

Image

La segunda salida la hicimos a una quebrada muy poco frecuentada y de la que no teníamos mucha información, la que brada Quilquihuanca. Desde el campo base decidimos subir al pico Pucarranra (6.200 m). Esta vez cambiamos de táctica, antes de montar un campo de altura hicimos un depósito de material y volvimos a bajar. Al día siguiente y una vez visto como estaba la subida, montamos el campo I. El ataque al pico no salió tan bien como pensábamos, nos encontramos con menos nieve de lo que imaginábamos y roca muy descompuesta. No fue posible. Para consolarnos ascendimos al pico Atunpuncu (5.400 m).

De nuevo en Huaraz decidimos ir a por la cumbre más alta y una de las que más ilusión nos hacía, el Huascarán (6.768 m). El campo base está situado a 4200 m y aquello parecía la playa, tiendas y gente por todas partes. A pesar de eso, uno de los campos más bonitos. Normalmente para ascender al Huascarán, se monta campo I (5.200 m), campo II (5.900 m) y desde éste se ataca la cumbre. Nosotros subimos directamente desde el campo I; a las 4:00 de la mañana empezamos a subir, la altura se hacía notar y el cansancio de los días anteriores también. La ascensión fue muy larga y la temperatura muy baja. Aquí ya no sabes si lo que haces merece la pena, das cuatro pasos y paras, los llanos parecen cuestas y dices: ¿qué me pasa que no tiro un pimiento? Bueno, luego todo eso se olvida cuando estás en la cumbre haciendo fotos y mirando el paisaje. La subida al Huascarán Sur no es demasiado difícil pero sí que hay que salvar varias grietas y depende mucho de cómo esté la nieve para ir progresando. Al día siguiente otro pequeño grupo subió al Huascarán Norte (6.655 m).

A Vicente lo teníamos bien contento con nuestras andanzas así que para celebrarlo nos invitó en Huaraz a una "pachamanca" (carne a la piedra), una curiosidad del país.

Image

Ya estábamos a finales de agosto cuando decidimos ir al Alpamayo (5.947 m). Esta sería la ascensión más técnica. La aproximación al campo base fue muy larga ya que la hicimos en un día y no en dos como es lo habitual. La subida al campo I también fue dura. El peso de la mochila es un gran condicionante y para esta ascensión necesitábamos un montón de material. La vía que elegimos para ir al Alpamayo es el corredor Ferrari, aproximadamente 300 m de longitud, una inclinación de entre 45º y 55º con dos largos de 70º, equipado con estacas. Se desciende rapelando todo el corredor. Esta fue una de las actividades más gratificantes de todas las que realizamos en Perú.

Agosto se termina pero no las ganas de seguir por las alturas. Con el Nevado Copa (6.150 m) acabaría nuestra actividad montañera. La aproximación al campo base, visto lo anterior, fue corta y bastante cómoda. Nos encontrábamos en un lugar estupendo junto a una laguna a unos 3.800 m. El ataque al pico también fue desde el campo base, saltándonos el campo I. Hasta el collado el camino era evidente, a partir de ahí tuvimos que andar con mil ojos para no perder la ruta ni caer en las grietas, una excursión bonita y un pico que merece la pena.

Pero no todo fue montaña, con los días que nos quedaban visitamos Arequipa, Puno, el lago Titicaca, Cuzco y Machupichu donde alguno, a falta de montañas por subir, se apuntó el Huanapichu.